Los brazos nos delatan. Para muchas, después de cierta edad, representan un problema. La flacidez nos limita a la hora de elegir la ropa que usaremos y nos hace sentir incómodos.
La zona más afectada suele ser la parte interna del brazo, donde los músculos y la piel ya no tienen la tonicidad de los años de juventud.
Una camisita sin mangas o un strapless se vuelve casi una misión imposible.
La flacidez es la pérdida del tono o tersura de la piel. Con el paso de los años se da la pérdida de colágeno y elastina y por lo tanto disminuye la firmeza.
La estructura entre epidermis y dermis se debilita, hay una desconexión, aparece la flacidez.
Actualmente, existen tratamientos no invasivos que trabajan la flacidez de esta zona tan complicada a nivel de la piel y el músculo para poder reducir y tonificar.
Las sesiones de radiofrecuencia, por ejemplo, tonifican la piel por medio de calor inducido, produciendo una mayor cantidad de colágeno y elastina, lo que provoca un efecto tensor y contractor para tonificar el músculo.
En caso de querer reducir algunos centímetros la circunferencia del brazo, se utiliza vendas comprensoras en frío.